¿QUÉ PASA CON LAS CERVICALES?
Desde un punto de vista científico, todo dolor cervical se puede clasificar en mecánico o no mecánico (inflamatorio). El dolor de origen mecánico es el más común. Se caracteriza por empeorar con los movimientos y mejorar en reposo, habitualmente se presenta en forma intermitente, suele recidivar y generalmente se debe a patología degenerativa. El dolor no mecánico es menos frecuente, no cede con reposo, es constante y puede interrumpir el descanso nocturno, debiendo descartarse causas inflamatorias e infecciosas.
Desde el punto de vista epidemiológico, más de la mitad de la población va a tener dolor cervical durante su vida y un tercio va a consultar por cervicalgia mayor a 6 meses de evolución o mialgia con incremento de dolor.
Los fenómenos degenerativos de la columna cervical constituyen la causa más frecuente de cervicobraquialgia.
Las raíces del plexo braquial emergen principalmente de los segmentos medulares de C5 a T1, siendo las raíces más frecuentemente afectadas son C5-C6 y C6-C7, debido a artrosis facetaria, uncoartrosis y disminución de la altura discal y herniación del núcleo pulposo que provocan un conflicto de espacio a nivel foraminal. La mayor incidencia de HNP degenerativa se encuentra entre los 50 y 60 años.
Habitualmente estos procesos degenerativos comienzan con la rotura del anillo fibroso del disco intervertebral provocando la salida de su contenido (herniación del núcleo pulposo, Figura 7-1). Esta herniación produce compresión medular y/o radicular, asociado a un cuadro de dolor agudo con fenómenos inflamatorios
locales. Dependiendo del tiempo de evolución, la HNP puede ser blanda generalmente en población joven, o dura calcificada en adultos mayores.
¿DOLOR LUMBAR (SDL)?
Cualquier dolor en la espalda que se localiza entre el borde inferior de la última costilla y la región glútea inferior se clasifica como lumbago. Puede ser generado por varias estructuras anatómicas: anillo fibroso, periostio, meninges (duramadre), ligamentos, articulaciones facetarias, músculos o raíces; y por órganos o estructuras extraespinales. Se considera de origen multifactorial, su estudio queda sin diagnóstico etiológico hasta en un 85% de los casos.
Afecta al 80‐90% de las personas en algún momento de su vida y, de estos, el 80‐90% son recurrentes. Afortunadamente la mayoría de los SDL tienen un curso benigno. El 85-90% se resuelve en 4‐6 semanas (el 60-70% en la primera semana), el 20‐30% se hace crónico. En un 5‐10% es invalidante. Es más frecuente entre los 20-50 años y principalmente en mujeres.
Puede clasificarse según su duración, sindromáticamente y por su estudio de origen y las causas:
- Agudo (<6 semanas): inicio brusco e intenso y suele existir el antecedente de haber realizado un sobresfuerzo. Generalmente se presenta acompañado de contractura muscular paravertebral y rigidez. No presenta compromiso neurológico. Es autolimitado, con recuperación rápida con o sin tratamiento médico.
- Crónico (>12 semanas): inicio insidioso sin asociación a algún factor desencadenante. Puede presentar irradiación a dorso y glúteos, contractura muscular y rigidez vertebral. Se puede asociar a sobrecarga postural, sobrepeso, estrés y otras patologías (tumorales, metabólicas, etc.). Los generadores de dolor suelen ser estructuras espinales o anexos y la etiología más común es la degeneración discal.
¿CONOCES LA ESCOLIOSIS?
Es una deformidad tridimensional de la columna originada por múltiples causas.
Corresponde a una desviación lateral mayor, pudiendo estar asociada a una rotación de grado variable intervertebral y a deformidades intravertebrales. Puede afectar cualquier área de la columna, desde el nivel cervical hasta la pelvis. Las curvas fisiológicas de la columna (cifosis torácica y sacra, lordosis cervical y lumbar) nos permiten mantener un “balance espinal” para gastar la menor cantidad de energía cuando el ser humano está de pie. Este balance se ve afectado en un paciente con escoliosis. Esta patología afecta al 2% de la población. Es más frecuente en mujeres, pero los casos más graves se presentan en hombres. Puede presentarse desde una etapa infantil hasta la adultez, siendo la escoliosis idiopática del adolecente la más frecuente y benigna en cuanto a su curso.
Si bien el diagnóstico puede ser evidente al enfrentar un paciente con escoliosis, una anamnesis completa es muy relevante para precisar su etiología y pronóstico, fundamentales a la hora de definir el tratamiento más adecuado.
Algunos aspectos a revisar:
• Edad de presentación, una escoliosis después de los 10 años nos hace pensar en una escoliosis idiopática del adolescente en comparación a una escoliosis diagnosticada antes del año de vida, donde se debe descartar patología de mayor gravedad.
• Antecedentes familiares buscando una predisposición genética: escoliosis, displasia del desarrollo de cadera, pie bot.
• Antecedentes generales ya que es muy común que estos pacientes presenten varias comorbilidades.
• Retraso en el desarrollo psicomotor que predispone a escoliosis neuromuscular o escoliosis asociadas a otros síndromes (neurofibromatosis).
• Antecedentes perinatales como sufrimiento perinatal.
• Síntomas asociados: la escoliosis idiopática es generalmente asintomática.
• Menarquia que denota un menor potencial de crecimiento.
• Tratamientos previos usados en la escoliosis.
FORTALECE LA HIGIENE DE COLUMNA
La columna es nuestro eje de soporte, fortalecer y estirar los músculos es de suma importancia para mantener una adecuada postura y ser menos propensos a sufrir lesiones. Por eso, te compartimos estos 6 ejercicios para el óptimo desempeño en tus actividades.
EJERCICIO 1
Rodillas dobladas, los pies planos sobre el piso. Aplana la parte baja de la espalda, sin presionar con las piernas. Mantenga durante 5 a 10 segundos.
EJERCICIO 2
Rodillas dobladas, los pies planos sobre el piso. Despegar la zona glútea de la superficie hacia arriba y mantener 10 segundos.
EJERCICIO 3
Rodillas dobladas, y los pies planos sobre el piso. Lentamente jale su rodilla derecha hacia su hombro y sostenga de 5 a 10 segundos. Baje la rodilla y Repita con la otra rodilla.
EJERCICIO 4
Jale la rodilla izquierda y derecha hacia el pecho, sostenga ambas rodillas durante 5 a 10 segundos. Baje lentamente las piernas.
EJERCICIO 5
Boca arriba con las rodillas dobladas, eleve lentamente la cabeza y los hombros del suelo. Sostenga de 5 a 10 segundos. Regrese lentamente a la posición inicial.
EJERCICIO 6
Sentado con las rodillas completamente extendidas. Baje lentamente el tronco hacia adelante, manteniendo las rodillas extendidas, los brazos extendidos sobre las piernas.
Fuentes bibliográfica.
Ortopedia y Traumatología Básica; Orrego & Morán. Universidad de los Andes, Santiago de Chile.
Departamento de Ortopedia y Traumatología
(https://www.uandes.cl/wp-content/uploads/2020/03/Ortopedia-y-Traumatologia-Basica.pdf)